El mito del peso ideal y la salud

¿Es necesario adelgazar? Tendrá alguna base la antigua idea de que algunos kilos de más pueden ser garantía de salud. Este es el gran tópico de la medicina preventiva y lo repiten sin cesar los medios de comunicación: el sobrepeso  y la obesidad son un gran riesgo para la salud. Por lo tanto es conveniente adelgazar.

Se puede estar oficialmente pasado de peso y en forma. Esa es la conclusión que se extrae de estudios publicados recientemente, éstos exponen evidencias de que personas con exceso de peso presentan perfiles metabólicos perfectos, idénticos a los de aquellos con menos peso y ningún riesgo vascular.

De acuerdo al profesor Robert Eckel (Universidad de Colorado) afirma que, el sobrepeso no puede ser asociado con ningún riesgo de enfermedad cardiaca; es más, unos cuantos kilos de más aumentan la posibilidad de sobrevivir a enfermedades de tipo infeccioso. De acuerdo a estudios de Flegal, en las personas con ligero sobrepeso disminuye un 40% de riesgo de morir de neumonía, enfisema, heridas e infecciones en general; en el pasado cuando las dolencias infecciosas eran una de las causas principales de muerte, quizás tenían razón las abuelas  con aquello de que “las reservas” ayudaban a afrontar mejor la enfermedad.

Este descubrimiento ha sido corroborado por un extenso y riguroso estudio hecho en Canadá y USA, vinculando a universidades como la de Portland y Oregon McGill y  después de tabular mas de 10.000 historias clínicas  por espacio de 12 años, las personas con sobrepeso son más longevas que las de peso óptimo, mientras que las personas que se encuentran en mayor riesgo de morir prematuramente son tanto las extremadamente obesas como las exageradamente delgadas.

La distribución de la grasa es muy importante, es más complicado este asunto de lo que parecía, hay muchas variables que no se habían tenido en cuenta, por ejemplo, la ubicación del tejido graso es mucho más importante que la cantidad. Las personas que tienen un índice de masa corporal normal, pero poseen una circunferencia de cintura grande debido a la grasa visceral abdominal, presentan desequilibrios metabólicos más frecuentemente que los individuos con un índice mayor y con la grasa acumulada en el derriere y piernas. En los estudios realizados en Alemania, concluyeron que los obesos con una sensibilidad a la insulina correcta, que tienen el hígado y los músculos libres de exceso de grasa, no corren riesgo cardiovascular añadido.

Está bien demostrado que la actividad física es una variable más decisiva para la salud que el peso. Andar con paso rápido durante 45 minutos es suficiente para protegerse de las enfermedades, sin necesidad de perder peso por el camino. Adelgazar de manera duradera es algo difícil para la gran mayoría de las personas, pero mejorar la condición física a través del ejercicio resulta fácil. La actividad física es mejor para la salud que sólo perder peso, por lo tanto el ejercicio resultaría tan o más importante que mejorar la dieta si se quiere reducir la obesidad.

Ahora, las dietas que prometen una pérdida de peso rápida, son especialmente peligrosas, casi todas  consiguen durante las primeras semanas una reducción del 5 al 10% del peso, que se corresponde con una pérdida de agua y con ella de electrolitos y masa muscular , pero ninguna consigue ir más allá­, una vez que terminan la dieta, recuperan los kilos y hasta más. Este círculo vicioso se asocia a enfermedades cardiovasculares, derrames cerebrales, diabetes y alteraciones inmunitarias.

Si alguien decide mejorar su vida perdiendo unos kilos, vale la pena que lo intente, pero eso no significa que los problemas de fondo vayan a resolverse, la aceptación del propio cuerpo es uno de los primero pasos para el bienestar psíquico y también físico, no es fácil porque el modelo de la delgadez es potente. Creemos firmemente que el lema de” la vida sana primero “debería sustituir al actual “delgados a toda costa”. Le invitamos a seguir un estilo de vida saludable, con nutrición balanceada y ejercicio físico.

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