Dormir bien para pensar mejor

Un sueño reparador es la mejor garantía de una buena salud física y mental: dormir permite recuperar los recuerdos, afianzar la memoria, fijar los aprendizajes y encontrar soluciones creativas a través del inconsciente.

Además, el sueño es un extraordinario preventivo de ciertas enfermedades. Tomar algunas medidas para dormir mejor nos ayudará a disfrutar de estos beneficios.

Existe la creencia de que las horas invertidas en dormir son horas desperdiciadas para vivir. Craso error. Dormir es parte inseparable del vivir; una vigilia constante nos provocaría una muerte en poco tiempo.

No dormir lo necesario, acorta nuestra vida, y degrada notablemente su calidad.

Otra falsa creencia es asociación de la necesidad de dormir con el cansancio físico. Para reponerse, al cuerpo le basta con una buena nutrición reparadora y un descanso en proporción al esfuerzo realizado.

Dormir es una función fisiológica destinada a reparar el organismo para continuar con nuestras actividades cotidianas.

Se ha demostrado que cuando dormimos bien, la recuperación de nuestros recuerdos es más efectiva después de un buen sueño. Se ha evidenciado que las diferentes fases del sueño sirven para que la memoria de corto plazo- la de las principales vivencias del día – sea restaurada y puesta en cero. Las experiencias vividas que tengan mayor nivel de energía pasarán a ser memoria de larga duración.

Uno de los efectos secundarios más frecuentes y evidentes de no haber dormido lo necesario es, la pérdida de orientación: entrar a una habitación y no recordar qué íbamos a hacer o a buscar en ella.

Dormir bien es vital para consolidar el aprendizaje del día, favorece la producción de colágeno – que da firmeza y elasticidad a nuestra piel – reduce la hipertensión arterial, disminuye el riesgo de sobrepeso porque genera leptina, la hormona que da la sensación de saciedad; disminuye el riesgo de infarto y de diabetes, disminuye las jaquecas y trastornos digestivos, también relaja la mente y aleja las preocupaciones.

¿Quieres saber cómo dormir mejor?

Lo ideal es que tu habitación sea oscura, aislada de ruidos, una cama firme y suave, en lo posible usa sábanas de algodón (que tu pijama también lo sea), toma una ducha relajante antes de irte a dormir, evita irte a la cama con hambre o sed, lo ideal es comer por lo menos dos horas antes de ir a la cama, relájate, es evidente que el peor enemigo del sueño es el estrés, ansiedad y emociones negativas y no olvides apagar tu celular o aparatos electrónicos que generen mucha luz, si practicas yoga o meditación, es una excelente forma de prepararte para el descanso; y ahora, ¡Disfruta de un sueño reparador!

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