¿Cómo mejorar la memoria?

A medida que pasan los años comenzamos a notar que se nos olvidan las cosas, no recordamos los nombres de las personas, los números telefónicos se nos enredan, y no sabemos donde dejamos las llaves del carro. Le echamos la culpa al envejecimiento.
Sin embargo, lo cierto es que las últimas investigaciones científicas indican que la alimentación y el estilo de vida es lo que más afecta la eficiencia mental. La lentitud en el aprendizaje y la pérdida de memoria, que progresan paulatinamente, hoy en día es posible retardarlos y hasta evitarlos con unas sencillas pautas de alimentación, actividad física y mental.

ALIMENTACION INTELIGENTE

Existe una relación directa entre Alimentación y Actividad Mental.
Lo que desayunamos (o lo que no desayunamos) y fraccionar la alimentación en varias porciones al día (o ayunar frecuentemente), afecta notablemente la claridad del pensamiento y la capacidad de retención de la información.

Saltarse las comidas es un gran error, sobre todo si una de esas comidas es el desayuno, que repone los agotados niveles de glucosa, el único combustible que utiliza la mente.
Mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de los márgenes óptimos fomenta la capacidad de aprendizaje, el razonamiento y la memoria.

El desayuno Anti Edad: 
Una taza de leche descremada con cereal All Bran con Linaza y trocitos de fresa o manzana, o una taza de avena cocida con canela acompañando a una tortilla de clara de huevos con verduras, o un yogur descremado con trozos de melón y almendras, o sólo pan integral con queso de untar descremado y fruta con una taza de Te Verde, son algunas de las opciones recomendadas.

Además, se debe fraccionar la alimentación en pequeñas porciones varias veces al día para que el cerebro reciba un suministro constante de combustible de primera calidad. Deben ser porciones pequeñas y ligeras ya que las comidas pesadas o ricas en grasas (mas de 1000 calorías) desvían el riego sanguíneo hacia el sistema digestivo y nos hacen sentir soñolientos y pesados.

La eficacia mental se ve afectada no sólo por la distribución de las comidas, sino también por su composición.

Las ocho raciones de frutas y verduras de la Dieta Anti envejecimiento no son un capricho; estos alimentos llevan una buena carga de antioxidantes, vitaminas C y E, betacaroteno y cientos de sustancias fitoquímicas, que previenen el envejecimiento prematuro del cerebro y del sistema nervioso. Algunas de las mejores fuentes de antioxidantes son los pimentones rojos y verdes, el jugo de naranja sin colar al cual le agregamos una cucharada de linaza molida, la espinaca, el brócoli, y el trigo.

Entre los minerales hay varios que son esenciales para la claridad mental:

  • El Hierro contribuye al transporte del oxigeno al cerebro y por el interior de las neuronas y actúa en coordinación con las sustancias químicas que regulan todos los procesos mentales. La carencia de hierro provoca incapacidad para mantener la atención de forma prolongada, descenso del cociente intelectual, falta de motivación, problemas de concentración y resultados laborales deficientes. Por estas razones, las mujeres premenopáusicas deberían incluir por lo menos cuatro raciones diarias de alimentos ricos en hierro como granos y verduras de hoja verde oscura, y acompañar los alimentos con frutas ricas en vitamina C para facilitar la absorción del hierro.
  • Otro mineral importante es el Zinc contenido en el germen de trigo, el yogur, las almendras, las legumbres cocidas y las verduras de hoja verde oscura.
  • Las Vitaminas del Complejo B son esenciales para el desarrollo del Sistema Nervioso. Ayudan a mantener el aislamiento que recubre las neuronas y aceleran la comunicación nerviosa, transforman la energía de manera que el cerebro pueda utilizarla y regulan las sustancias químicas responsables de la comunicación de las neuronas. La deficiencia del Acido fólico y las Vitaminas B 1, 2, 6 y 12 afectan la capacidad de razonamiento, concentración, la memoria , la velocidad de reacción y la claridad mental. Las encontramos en la leche y el yogur descremado, el germen de trigo, los mariscos, y los granos.
  •  El café tomado con moderación, menos de tres tazas pequeñas al día, estimulan el sistema nervioso y pueden potenciar la velocidad de reacción y mejorar la concentración y la memoria inmediata porque contiene un alcaloide llamado teobromina, pero mas de tres tazas diarias producen el efecto contrario.

Es importante anotar que reducir exageradamente las calorías de la dieta puede disminuir la capacidad mental, deteriorar la función cognitiva y la memoria. En varios estudios se encontró que mujeres que seguían un régimen de adelgazamiento demostraron fallas en la velocidad de reacción, peor memoria inmediata y menor capacidad para mantener la atención. El sentido común nos dice que la reducción drástica de las calorías suspende el suministro del principal combustible al cerebro que son los carbohidratos. Las neuronas desnutridas a su vez, envían sus mensajes a media voz, y el pensamiento y las emociones se resienten, aumentando la incidencia de depresión. El ayuno también afecta el equilibrio de otras sustancias que controlan el apetito, como el neuropeptido y las Endorfinas. Todos estros trastornos pueden acabar con la mejor voluntad de adelgazar, aparte de los peligros potenciales para el estado de ánimo y salud mental.
Un régimen hipocalórico hace que descienda el nivel de glucosa pero aumentado la cantidad de ácidos grasos libres en sangre, lo cual es un indicativo de un estado de estrés, que a la larga aumenta los niveles de cortisol en sangre acumulándose mas grasa a nivel periabdominal, acumulando mas gorditos, aumentando la baja autoestima, y posteriormente, estimulando el apetito por lo cual el aumento de peso después del periodo de dieta es del doble.
Por último, si se reducen en exceso las calorías, se impide el correcto aporte de nutrientes, vitaminas y minerales. Lo ideal es perder peso de forma lenta y regular (800 gm a la semana), con lo que se consigue que la reducción de peso sea más permanente y no exista tanto peligro de que aparezcan sentimientos de fustración y ansiedad..

ACTIVIDAD FISICA Y MENTAL

Las personas que se mantienen físicamente activas conservan un alto nivel de eficacia cognitiva. Cuantos más años hace ejercicio una persona, mayores son los beneficios por lo que se refiere a capacidad cognitiva. El ejercicio aumenta el riego sanguíneo y el nivel de oxígeno y nutrientes en el cerebro. El ejercicio físico además obliga al sistema nervioso a mantener una buena coordinación y una velocidad de reacción adecuada durante las sesiones deportivas. Todos estos factores podrían explicar por que las personas físicamente activas reacciona mas de prisa y retienen mas información que sus homologas sedentarias.
Por otro lado esta la actividad mental o NEUROBICOS. Ejercicios para la memoria como los juegos de mesa, los crucigramas, lectura y escritura. Esta actividad cerebral es también estimulada por el olfato de nuevos olores (café, canela, rosa, lavanda), el oído (escuchar música clásica), el sabor de nuevos alimentos preparados de maneras diferentes, y la vista de paisajes, cuadros, fotografías y personas nuevas, por lo que es muy estimulante viajar.
El Cerebro es un Músculo como cualquier otro y debe mantenerse activo para evitar que se atrofie. Las personas que leen, viajan y se abren a nuevas experiencias a cualquier edad mantienen activa la mente. También viven más años y es menos probable que padezcan la enfermedad de Alzheimer. La cantidad de información que somos capaces de recordar disminuye ligeramente con la edad, pero el gran enemigo de la memoria es la falta de uso. Seguramente, el problema no es que la mente falle con el paso del tiempo, sino que no la mantenemos ocupada.

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