El cáncer es causado por la mutación de algunas células que se multiplican a gran velocidad buscando sólo su propio crecimiento y dejando de cumplir las funciones que tiene asignadas en el cuerpo. En consecuencia, el crecimiento del tejido anormal debilita el organismo y acaba impidiendo el funcionamiento del órgano u órganos afectados. Esto puede ocurrir por el proceso de envejecimiento celular o por alteración del sistema de defensas que normalmente tiene el cuerpo para eliminar las células precancerosas, puesto también puede ocurrir porque el organismo tenga una deficiencia crónica de ciertos nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico.
Estudios clínicos han comprobado que las personas que consumen más frutas y verduras tienen menos riesgo de desarrollar cáncer. Se sabe que los alimentos vegetales contienen antioxidantes, fibra, y grasa no saturada, lo que los convierte en alimentos anti cancerígenos. Por eso, instituciones científicas y autoridades sanitarias de todo el mundo recomiendan consumir al menos cinco a diez raciones diarias de frutas y verduras, especialmente alimentos crudos.
Los alimentos anti-cáncer más recomendados son los siguientes:
- La Soya, en forma de tofu o leche de soya, contiene isoflavonas que son estrógenos (hormonas sexuales femeninas) con efecto protector contra el cáncer de seno.
- El Té Verde, contiene “epigalocatequina galato” uno de los antioxidantes más potentes que se conocen y que favorece la resistencia de las células a la invasión por parte de las células cancerígenas. También actúa como desintoxicante hepático eliminando toxinas.
- El Curry contiene cúrcuma, posee propiedades anti-inflamatorias y anti cancerígenas. Al parecer la “curcumina”, su principio activo, inhibe la acción de una enzima segregada por las células cancerosas que las protege frente al sistema inmunitario. Parece ser que este producto es eficaz cuando va acompañado de la pimienta que aumenta su absorción a través del intestino.
- Los Champiñones, contienen lentinas y polisacáridos que estimulan el sistema inmunitario.
- Las fresas, las moras y los arándanos, contienen vitaminas y sustancias vegetales antioxidantes y anti cancerígenos.
- Los ácidos Omega 3 reducen el crecimiento tumoral porque protegen las membranas de las células y tienen efecto anti-inflamatorio. Fuentes alimentarias óptimas son el salmón, el aceite de oliva, la linaza, las nueces y otros frutos secos.
- El Ajo y la Cebolla contienen compuestos azufrados que tiene actividad anticancerosa.
- El Brócoli, el Rábano, el Coliflor y el Repollo son ricos en compuestos que favorecen la eliminación de agentes cancerígenos en el sistema digestivo e impiden que las células precancerosas se conviertan en tumores malignos. Para aprovechar todas sus propiedades es preferibles consumirlas crudas o preparadas brevemente al vapor.
- Las frutas y verduras de color rojo, amarillo o naranja, como el tomate, la naranja, el melón, el melocotón, contiene “carotenoides” que son compuestos que apoyan el funcionamiento del sistema inmunitario y en especial su acción frente a los tumores.
- El Pan de Trigo Integral es rico en “selenio”, un mineral con propiedades anti cancerígenas que se encuentra también en los frutos secos y el pescado.
- El Yogur contiene “lactobacilos” que inhiben el crecimiento de las células del cáncer de colon y favorecen la eliminación de compuestos tóxicos.
- Los “fructooligosacáridos” contenidos en el ajo, la cebolla, la alcachofa, el tomate y los espárragos favorecen la multiplicación de bacterias beneficiosas en el intestino.
- La Uva contiene “resveratrol” un compuesto que potencia la acción de enzimas que evitan la alteración prematura de las células.
- El Chocolate Negro con más de un 70% de Cacao, contiene antioxidantes.
- La Granadilla es rica en sustancias que disminuyen el desarrollo en algunos tumores.
- La Vitamina A, en forma de “beta caroteno” reduce el riesgo de sufrir cáncer de piel y de pulmón. Se puede encontrar en forma natural en la zanahoria, el melocotón, y otras frutas y verduras de color amarillo y anaranjado.
- La Vitamina C, contenida en la naranja, el kiwi, las fresas y el pimentón rojo, evita que las células se oxiden y enfermen.
- La Vitamina E protege especialmente la membrana de las células. Se encuentra en los frutos secos, las semillas y los aceites virgen extra crudos, como el de oliva y el de girasol. Debe evitarse calentar estos aceites ya que su efecto benéfico desaparece.
- Se recomienda mezclar y combinar los alimentos en las diferentes comidas para potencializar su efecto anti cancerígeno, preferiblemente crudos y al vapor durante unos pocos minutos.
- Condimentar con tomillo, orégano, hierbabuena, albahaca, romero y otras especias, multiplica la capacidad anti cancerígena de los alimentos elaborados con ellas gracias a los “terpenos” sustancias aromáticas que limitan la expansión de las células cancerosas.
- EVITAR el exceso de carne roja, sobre todo frita o asada, porque genera aminas tóxicas, los alimentos procesados, enlatados y empacados que contienen sustancias cancerígenas, los alimentos ricos en grasas saturadas como la proteína animal y la mantequilla, los alimentos ricos en azúcares y carbohidratos refinados porque engordan y aumentan la concentraciones de factores hormonales de crecimiento que pueden favorecer el cáncer.
- En resumen, una alimentación sana, balanceada, haciendo énfasis en los nutrientes que favorecen el sistema de defensas natural del cuerpo ayuda enormemente a que nuestro organismo sea capaz de enfrentarse cada día a la prueba del cáncer.