Hacia los 40 años se comienzan a presentar en la mujer cambios hormonales parecidos a los de la época de adolescencia. Ciclos anovulatorios (ausencia de ovulación) conllevan a un aumento relativo de los estrógenos en relación con la con una disminución de la progesterona. Estos cambios hormonales producen síntomas tales como mastodinia (dolor en los senos), irregularidades menstruales (aumento en el flujo menstrual, menstruaciones muy cortas o muy largas, atrasos o adelantos en la menstruación), cambios en el estado de ánimo (síndrome pre menstrual), aumento de peso y en ocasiones acné. Una vez que se incrementa el déficit hormonal se presentan atrasos menstruales, calores y sudoración nocturna, palpitaciones, depresión, insomnio y cambios en el metabolismo (aumento de peso). Estos síntomas son variables y dependen de factores físicos, emocionales y sociales. En algunas pacientes son muy sutiles y en otras, pueden presentarse exageradamente hasta causar depresión severa. El estrés es una de las causas más importantes del incremento de la sintomatología de la menopausia.
Por estas razones, es importante prepararte para este período, que si bien puede descompensarte, por otro lado puede ser el comienzo de la etapa más espectacular de la vida de la mujer. Todo depende como lo asumas.
En esta época, la mayoría de las mujeres han resuelto su situación económica y social, los hijos son mayores y generalmente, autosuficientes, y las presiones son menores. Sin embargo, esto nos hace sentir que somos menos importantes porque ya no nos necesitan.
La Menopausia o la “Segunda Adolescencia” es la época de mayor crecimiento espiritual en la mujer y nos ayuda a entender que la felicidad depende de nosotras mismas. Es el momento de encontrarnos con nuestro YO, de aprender a conocer lo que realmente nos gusta como por ejemplo, cursos de literatura, pintura, o música, yoga, reuniones con las amigas para “filosofar sobre la vida” o solo para tejer, clases de baile o montar en bicicleta, escribir un libro de cocina o una novela secreta, en fin, es momento de hacer eso que siempre soñaste.
¿Pero qué hacer con los calores y los cambios de estado de ánimo?
Es muy importante llevar una alimentación sana y balanceada, rica en calcio, vitaminas y soya, que es una proteína natural rica en “fitoestrógenos”, los cuales son estrógenos naturales que disminuyen los síntomas de la menopausia, protegen del cáncer de seno y de colon, y disminuyen los niveles de colesterol en sangre.
El ejercicio es fundamental, ya que aumenta la circulación sanguínea previniendo la hipertensión arterial; mejora los huesos protegiéndolos de la osteoporosis; mejora la digestión evitando el estreñimiento. Asimismo, el ejercicio nos hace más felices, practicarlo de manera regular produce en el cuerpo unas sustancias llamadas Endorfinas (se parecen a la Morfina) que nos hacen sentir contentos y reducen el riesgo de padecer depresión.
Asimismo, hoy en día se considera que la disminución progresiva de las hormonas a partir de los 35 años, acelerada por el estrés, es una de las causas más importante del envejecimiento prematuro de la mujer. Promuevo la Biomodulación Neuro Endocrino Hormonal, utilizando hormonas Bioidénticas, es decir, iguales a las que produce el organismo, en dosis óptimas que se administran de acuerdo a las necesidades de cada paciente. La Biomodulación Neuro Endocrino Hormonal consiste en lograr el equilibrio a través de la paciencia, perseverancia y prudencia del tratamiento hormonal. Administrar en pequeñas dosis las hormonas para que actúen simultáneamente haciendo un sinergismo parecido a lo que sucede normalmente cuando se tienen 25 años.
Te brindo asesoría completa, somos especialistas en medicina antienvejecimiento y nuestro objetivo es brindarte las herramientas para disfrutar al máximo esta maravillosa época de tu vida. Visítanos y comparte con nosotros tu experiencia de ser mujer.
Estado actual de la Terapia Hormonal
Durante y después de la menopausia. Análisis de los estudios ERA, HERS, WHI y WHIMS.
- La terapia hormonal combinada, o sólo con estrógenos, se considera la principal y más importante opción para el tratamiento de los síntomas vasomotores y signos de atrofia bulbo vaginal durante y después de la menopausia. También puede utilizarse en casos especiales para el manejo de la hemorragia uterina disfuncional, una vez descartado lesiones tumorales.
- En mujeres con útero debe utilizarse la combinación estrógeno con progestágeno, para protegerlo del cáncer de endometrio. Las mujeres sin útero solo requieren de estrógenos.
- La terapia hormonal puede ser una opción para la prevención de osteoporosis en mujeres con riesgo significativo, siempre y cuando, las otras terapias se consideren menos eficaces o contraindicadas. La terapia hormonal, con el fin único de prevención o tratamiento de osteoporosis, no se recomida en mujeres mayores.
- La suplencia hormonal debe administrarse a la dosis más baja que mejore la sintomatología sin efectos secundarios.
- La terapia hormonal debe utilizarse siempre y cuando los beneficios superen los riesgos, los cuales deben ser evaluados periódicamente con examen ginecológico y de senos, mamografías y ecografías mamarias, ecografía trasvaginal y citología cervical.
- Las dosis y esquemas de administración de la terapia hormonal deben ser individualizadas de acuerdo a la características clínicas, la edad y la sintomatología de la paciente.
- En primera instancia, se recomienda un PROGRAMA DE ESTILO DE VIDA ANTI EDAD saludable, que incluya una dieta balanceada, actividad física diaria y manejo del estrés. Mantener un índice de masa corporal entre 20 y 25 kgs-m2. Evitar hábitos perjudiciales como el consumo de azúcares y fritos, el exceso de alcohol, fumar y el sedentarismo.
- Se deben evaluar los factores de riesgo tromboembólico y el tipo de terapia hormonal a utilizar, para tomar la decisión más acertada.
- La terapia hormonal no esta indicada para la prevención primaria o secundaria de la enfermedad cardiovascular.
- La terapia hormonal no debe usarse para el tratamiento de las alteraciones cognitivas, enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia.
- La terapia hormonal no se recomienda para la prevención del cáncer de colon.
- Antes de recibir la terapia hormonal, una mujer debe estar informada acerca de los potenciales riesgos y beneficios, los efectos secundarios potenciales generales y los particulares en cada caso. Esto debe repetirse, periódicamente, en cada control que se realice.
- Cada mujer tiene el derecho de participar activamente en la toma de decisiones acerca de la terapia hormonal. Para esto deberá estar bien informada con respecto a su situación particular.
- No se ha observado un aumento en la incidencia de cáncer de seno en los primeros 7 años de tratamiento utilizando la terapia hormonal sólo con estrógenos. La terapia combinada con estrógenos y progestágenos puede asociarse con un pequeño incremento en el riesgo de cáncer de seno después de 5 años de uso. Mientras tanto, el riesgo de cáncer de seno es igual al de la población mundial.
- La adición a la terapia hormonal de otros medicamentos como antidepresivos, ansiolíticos o suplementos nutricionales, no está contraindicado en casos donde se consideren adecuados para el manejo de los síntomas menopaúsicos durante la transición menopaúsica o después.
La utilización de la terapia de suplencia hormonal está indicada en mujeres con sintomatología durante la perimenopausia y después. Se constituye, en estos momentos, el estándar de oro para el tratamiento de los síntomas vasomotores moderados o severos asociados a la menopausia. La terapia de suplencia hormonal debe ser administrada a la menor dosis y consistentemente con las metas fijadas para el tratamiento de cada paciente en particular. Deberá ser usada sólo en los casos donde los beneficios superen los riesgos y debe enfatizarse que a pesar de toda la información controversial y contradictoria referente a la misma, la terapia de suplencia hormonal continúa siendo una opción de tratamiento segura con grandes beneficios.